Anais Lalombriz

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si los hombres fueran marcas de carteras del 2011

Carrie Bradshaw y Lauren Conrad están a decenas de kilómetros de distancia intelectual. A una la conozco casi perfecto, y de la otra solo sé que sale en The Hills, serie dotada de una frivolidad empedernida que ni yo, la autoproclamada reina de las fashionistas, puedo soportar. 

Por más que las ames o las odies, en algo tenemos que estar de acuerdo y es que, cuando lanzaron su teoría de Boys are like purses, le dieron al clavo en el acto, misma debilucha que termina surgiendo, sorprendiéndonos a todos con su precisión, en las arenas de “Un Techo Para Mi País”. 

El propósito de la Mamama con este post, es el de aplicar esta teoría a nuestra sociedad, porque let 's face it, somos way more interesting que Manhattan, L.A. o cualquiera de esas ciudades de primer mundo. Acá, en los eufemísticamente llamados developing countries, es donde realmente se baila el mambo. Sino pregúntale al dueño de Cohiba, nomás.

Los hombres son como carteras porque la independencia de la mujer ha llegado a tal nivel, que no necesitamos de un hombre para sentirnos absolutamente completas. El hombre, hoy en día, es un accesorio, algo que te carga las cosas, que te complementa, te hace ver mejor y te acomoda, aunque no lo sepan. El Coronel Aureliano Buendía habrá promovido 32 levantamientos, tenido 17 hijos varones de 17 mujeres distintas que fueron exterminados todos en una sola noche antes de que el mayor cumpla 35 años; escapado a 14 atentados, 3 emboscadas y 1 pelotón de fusilamiento, pero nunca se enteró qué modelo y marca de cartera era. Y tú, hasta ahora, tampoco. Es más, tú, mi nietecito querido de buen y mal vivir a la vez, “buen chico con malas decisiones”, nunca te pusiste a pensar en lo mismo. Esto está más claro que el agua.

Empezamos con el Clutch, término del cual no me voy a tomar el trabajo de buscar una traducción en castellano. Uno, dudo que exista, y dos, si existe no lo vas a entender anyways porque vivimos en un mundo conquistado por el inglés. You are just going to have to deal with that. The Clutch es tu perfecta pareja de la fiesta de pre pre, esa que conseguiste la noche anterior, o que era el hijo bueno de una amiga de tu mamá.  Es la pareja de una noche, easy to carry porque se relaciona bien con la gente que va, te hace la foto porque sale regio, baila bien y te trató como un caballero. Eficiencia al mango, cómodo, portable y cumple con su propósito.

 Después, seguimos con la recientemente popularizada “cartera de sobre”, que existe en versión Coach y en todos sus derivados. La clásica que solo usas de noche para tus andanzas sabatinas, pero que a la vez consideras imprescindible para el buen desarrollo de la velada. Es decir, el perfecto one-night stand y no me lo vas a negar, chiquita de su casa. Te la cuelgas al hombro y te permite hacer lo que quieras toda la noche, siempre teniendo tu celular y billetera cerca, por si acaso pase cualquier emergencia. Te diviertes con él, sabiendo que a la luz del día vas a salir con otra cartera, que contenga algo más que solo lo imprescindible para acompañarte. Papito, pies en la tierra, pues.

 

La siguiente cartera es cada vez más usada y, es que looks tend to be winning the battle against brains. La preciosa y casi de museo cartera Coach, que por más que haya sacado su línea de bajo costo, Coach Poppy, sigue sin perder protagonismo, representa al enamorado lindo, pero sin sustancia. Un oligofrénico en todo su furor, así como diría la Miss Norma en la clase con puerta numerada 202. La Coach es preciosa, pero let 's face, no te entra nada, y solo es bella por fuera. Te pone en el status en el que quieres estar, y complementa regio con tu más reciente corte de pelo, o vestido de noche.

La siguiente se debe a la más reciente corriente anti-global warming que viene acechándonos todos los días, vía teléfono, Internet, periódico, universidad, colegio, lecturas de Theory of Knowledge y, por último, a través de la inconfundible sonrisa del profesor que se proclamó como un seguidor indiscutible de Ken. La famosa “I am not a plastic bag” y todas las frases que surgieron detrás de ella, representa al enamorado hippie o alternativo, con cierto nivel de consciencia por el planeta, y sobre ti como persona. Este involucra no tanto el lado físico, sino el grado de sentimentalismo que muestra cada vez que hablan. Él es diferente, ambos odian a la sociedad, es tu escape de lo mundano y te transporta permanentemente a Cloud 9, your head's in the sky. Paz, amor, and all that jazz. Seguro lo conociste en un tierno picnic bajo los olivos del tierno Olivar. Good luck with that, amiga.

El siguiente es el enamorado que tienes hace 3 años y que todavía no entiendes por qué sigues estando con él. Lo tienes por costumbre, te acomoda, ha rotado por todos los eventos de tu vida y ya es BFF de tu mamá, tu papá y tu perro. Conoce tus horarios de memoria, hasta qué hora te puede llamar, qué haces cuando necesitas ayuda y, por último, dónde guardas tus deepest secrets. La Longchamp color súper combinable que te ha acompañado through thick and thin. De la universidad al gimnasio. Del cine a la comida importante, del lonche a la juerga de una amiga. Esa que sirve para todo y que está en todas, igual que él. Pero, dime una cosa, ¿todavía no te aburres? Yo sí.

 Ya casi llegando a la punta de la pirámide, encontramos a la clásica Chanel. Esta carterita que tiene más años que los calzones de mi Mamama Luz, pero que sigue mostrándose impecable al paso del tiempo y de los fads, a diferencia de los calzones de mi Mamama Luz. Tu enamorado Chanel te va a pasar a recoger con su carro, a una hora prudente. Te va a abrir la puerta y te va a preguntar qué tal tu día antes de decirte cualquier cosa. Después, te va a llevar a un restaurante de bien y te va a pagar la cuenta elegantemente y sin dar cabida a ningún forcejeo emancipador feminista. Por favor, amiga, ¿qué más quieres? Si tienes frío, se va a sacar su chompita para dártela a la salida del restaurante, y no va a tratar ninguna movida a menos que tú lo hagas, porque tampoco es de fierro el hombre. ¿Qué crees? Por último, te va a esperar a que entres a tu casa, y con un wave casual, te va a hacer creer que los príncipes de Disney sí existen.

Antes de llegar a la cima, nos encontramos con el equivalente femenino de lo que los chibolos precoces conocen como MILF: Mother I'd Like To Fuck. Un sentimiento mucho menos cochino, pero igual de intenso se puede comparar con la más reciente Louis Vuitton. Esta belleza de cuadraditos, representa un clásico que se casó con la modernidad y tuvo hijos de todos los tamaños; sueño inalcanzable para alguien de tu edad, ya que estamos hablando del papá de tu amiga que sigue súper bien conservado, para qué. Te lo encuentras en el gimnasio, y lo viste de reojo TODA LA MISA DE LA CONFIRMACIÓN. Además, sabes que está soltero, pero de más está decir que he’s out of your price range. Igual que esa Louis Vuitton sin reparos, este papacito pertenece al ''mundo de las tías”. 

En la cúspide de la pirámide de las carteras-hombre, se encuentra la más completa, la más trascendental, porque es la que ha estado ahí desde el comienzo de todos los tiempos. La cartera vintage de Mary Poppins, que contiene todo lo que podrías necesitar y más. Desde un spoonfull of sugar, to make the medicine go down, hasta lo más supercalifragilistikitspialidocious que puedas imaginar, ahí va a estar. La cartera de este personaje tan querido representa al tierno mejor amigo, que siempre tiene lo indicado para hacerte pasar por ese mal momento. 

Ahora me van a matar, probablemente desechen este blog de su barra de favoritos y nunca más me lean, porque estoy a punto de mandar toda esta teoría a la basura. Hombres, homo-sapiens, dotados de sapiencia y emociones, ustedes se tienen que convertir en algo IMPRESCINDIBLE para esa chica que les viene tambaleando el tablero hace meses. ¿Qué cartera ni qué cartera? ¿Estás feliz con ser solo un accesorio? I don't think so. Tú tienes que ser su CALZÓN. Esa prenda sin la que NO PUEDE VIVIR porque se sentiría absolutamente expuesta a las inclemencias del tiempo y de las leyes de la decencia. Y, hasta su sostén, para las que son delanteramente necesitadas. Tampoco te digo que seas su Tampax y no la dejes respirar, pero sí, mantente presente, así algún día te dará el título de máximo orgullo: “Mi calzón de Victoria's Secret que no se marca ni se trasluce”. Y no te voy a poner una foto de esto, porque sé que ya hiciste tu research, sin que te lo pidiera.

Note from the author (2023)

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La ignorancia es atrevida pero la pluma sin duda, también.  Este artículo proviene de la “Sociología de la Discoteca”, el blog que abrí a los 19 años básicamente por FOMO–por más que en esa época no sabía que a esa sensación de estarse perdiendo algo se le llamaba así. Me provocaba participar de la virtualidad cuando recién empezaba y por sobre todas las cosas, me provocaba compartir conocimiento que no tenía con personas a las que sabía que les iba a divertir: mi círculo cercano.

Surprisingly enough, no fue así, el blog creció muchísimo y fue gracias a este post. Así, me convertí en la jovencita chistosa que creía saber mucho de hombres. No solo eso, sino que además pretendía darle consejos a otras mujeres al respecto. Denle una leída y háganme acordar lo equivocada que estaba, por favor.